Mir auf der Spur.
Gregor von Rezzori
COMO NIEBLA DE QUÉ
PUERTO
Nos
ha convocado la errancia
por
un mismo paisaje o tal vez
un
simple destello de sol
en
el quieto país de otro tiempo
y
hemos cruzado los puentes
astrales
que tiende la noche
a
su efímero día. Y ahora
ese
raro vértigo ante la huella
lejana
y un ajado rostro impasible
al
resguardo de toda memoria:
escorado
barco, niebla de qué puerto.
All has been said forever.
Allen Tate
Allen Tate
SENTENCIA
Caída vertical de la luz
sobre los tristes actos del día:
con mi sombra fiel he de beber
el oscuro vino que escancia la noche
para los últimos huéspedes,
bajo la niebla de borrosas estrellas
Todo ha sido dicho: he visto
a las multitudes huir en plena
desbandada, como sombras errantes
por el abandonado campo de los dioses,
y hasta los muertos primeros estos nublados
ojos han visto. Pero el tiempo
converge y se agota en su vértigo
y el mono del siglo apenas mide azorado
los escombros del Imperio. Locamente
giran los cielos como arrancadas puertas
de sus goznes: todo ha sido dicho, eternamente.
HUELLAS
Hunde tus dedos azules
en el anillo de las Islas,
y solamente calla:
porque la voz que me agita
no es ya ni un remo roto de mi voz,
ni vuelve Atenas a huir
de los persas al poniente.
Nada es como era,
ni sombra de alas
perdidas en el cielo, perdidas.
Hemos esperado a los bárbaros
hasta que subieron las aguas
sepultando los huesos de Jonia
y sólo esto queda: por eso
tú solamente calla,
y graba azul en la memoria
cada íntimo guijarro del mundo,
nuestro mundo que partió
al lugar de nunca jamás.
Y graba y graba, mar azul, en tu memoria.
Por todas las voces que suenan
en mitad del silencio
y por la oscura boca de los muertos
que viven aquí. Pero es tarde,
tan tarde, y se consume la última lámpara.
El viento y las zarzas sacuden
los viejos olivos de Lesbos:
donde la luna se ha ido a disgusto
y han caído las Pléyades,
errantes órbitas en tierra baldía.
Ya ni siquiera gritos de angustia
recorren las aguas celestes,
ni la cítara del viento en la noche
ilumina nuestro paso de polvo
entre tumbas egregias
y el mármol violado de Byron.
-Pero tú solamente calla-
y escucha en demótico
la clave del tiempo
en relojes azules de estrellas.
Aquí vivieron sus sombras
oscuras o blancas
entre sombras de zafiros.
-Y allí sobre la arena
una vez me diste tu mano-
Extraños para otros oídos suenan
los números pares
en las múltiples rutas del arpa:
Pero tú calla: calla y escucha crecer
azorado como ramas las columnas del silencio.
Hunde tus dedos azules
en el anillo de las Islas,
y solamente calla:
porque la voz que me agita
no es ya ni un remo roto de mi voz,
ni vuelve Atenas a huir
de los persas al poniente.
Nada es como era,
ni sombra de alas
perdidas en el cielo, perdidas.
Hemos esperado a los bárbaros
hasta que subieron las aguas
sepultando los huesos de Jonia
y sólo esto queda: por eso
tú solamente calla,
y graba azul en la memoria
cada íntimo guijarro del mundo,
nuestro mundo que partió
al lugar de nunca jamás.
Y graba y graba, mar azul, en tu memoria.
Por todas las voces que suenan
en mitad del silencio
y por la oscura boca de los muertos
que viven aquí. Pero es tarde,
tan tarde, y se consume la última lámpara.
El viento y las zarzas sacuden
los viejos olivos de Lesbos:
donde la luna se ha ido a disgusto
y han caído las Pléyades,
errantes órbitas en tierra baldía.
Ya ni siquiera gritos de angustia
recorren las aguas celestes,
ni la cítara del viento en la noche
ilumina nuestro paso de polvo
entre tumbas egregias
y el mármol violado de Byron.
-Pero tú solamente calla-
y escucha en demótico
la clave del tiempo
en relojes azules de estrellas.
Aquí vivieron sus sombras
oscuras o blancas
entre sombras de zafiros.
-Y allí sobre la arena
una vez me diste tu mano-
Extraños para otros oídos suenan
los números pares
en las múltiples rutas del arpa:
Pero tú calla: calla y escucha crecer
azorado como ramas las columnas del silencio.
Snow storm, Joseph M. W. Turner, 1842 |
ESCUCHA EL VIENTO, CAPITAN
el cielo se ha vuelto un puño cerrado
sobre nosotros de pronto y este casco
tan frágil cernido en lo negro;
luego el creciente bramido del viento
sobre la desgarrada rosa de ayer,
frente al ojo insomne del vigía:
escucha el salvaje silbo del viento, Capitán
cuando aquí ya nadie más escuche
bajo las olas que asaltan la cubierta.
Tan sólo dinos algo del fin deste viaje
a los confines. De las oscuras rapaces
y
su vuelo mudo en torno a las almas perdidas
de
cada uno de los que han caído dinos
y atiende al canto de los hijos de la mar
y atiende al canto de los hijos de la mar
hasta
el fondo de las catedrales del silencio,
escucha con vencidos
maderos y algas a plomo,
última frontera de la noche detrás de la noche:
detrás de tu barco se hunde el sol
última frontera de la noche detrás de la noche:
detrás de tu barco se hunde el sol
y a pique la última
huella de un alba posible
De pronto alguien llora en arameo
y el cielo es un grito abierto
Ivan Malinowski
Irak, por
todos tus muertoseternamente volando en pedazos
en los segundos de la eternidad,
y cada piedra sobre piedra
desierta de sangre inocente
por todas las ruinas del mundo
tu sueño violado y preso
en Abu-Ghraib
setenta veces siete
bajo el ojo inútil de las cámaras.
Una nueva mañana
cayendo a plomo sobre Bagdad,
enajenada historia de escombros
y piernas sin cabezas;
alumbran antiguas estrellas
la tensa vigilia de botas torpes
y los tanques infames y las bombas
arrasan el espacio sagrado
de las mezquitas vacías
con sibilantes luces de fósforo blanco.
Entre astillas y vidrios rotos
bajo el alarido de las hordas
en la obscena euforia de los saqueos,
cualquier anónima bestia
quemará un nombre en otra pira:
Al-Mansur.
Madinat-al-Salam, Ciudad de la Paz:
Bagdad, año 143 de la Hégira
Irak, por evocar tu nombre hoy
y tu nombre hoy para quién,
entre tantos muertos en vida,
cuando la negra manzana del mundo
se pudre hasta el fondo
y un dios juzga en ausencia
un invisible hilo de lágrimas
a la sombra de un chador.
*Alejandro Drewes (Buenos Aires, 1963), es codirector del
Centro de Estudios Poéticos “Alétheia”, junto a la Dra. Graciela Maturo
(2009-2014). Miembro del staff editorial de la Revista Kairós de Estudios
Culturales del Nuevo Mundo, http://revistakairosnm.blogspot.com.ar/.
Miembro del
staff editorial de la Revista de arte y literatura Francachela. Coordinador (2005-2007), con la escritora
Silvia Long-Ohni, de lecturas poéticas mensuales del grupo AERA en la S.A.D.E.,
Buenos Aires. Miembro
Honorario de World Poets Society. Profesor universitario e investigador (UBA, UNSAM,
UAB). De su obra publicada: Confluencia Poética. Antología Poética 1997 (colectiva) (Tomo
I). Buenos Aires, Ediciones Nubla, 1997. Antología Inter-Red (Tomo 5):
El Proyecto Literario del Nuevo Milenio. Red Literaria y Grupo Editorial Sur,
1999; Antología Vivencias Secretas.
Madrid, Centropoético, 2004; Antología 55° Aniversario del Ateneo Poético
Argentino (1950-2005). Editora Creadores Argentinos; Antología Pura Luz
Contra la Noche. Buenos Aires, Editorial De los Cuatro Vientos, 2006.Uvas del Paraíso (poemario). Buenos Aires, Ed, Francachela, 2007); Lugares de la noche
(poemario). Ed. La Luna Que, 2013. Publicaciones en revistas: Notas de crítica sobre poetas argentinos; sobre Paul Celan y sobre poesía nórdica (Revistas Gibralfaro, Universidad de Málaga; Francachela, Argentina y CriticArte, Dominicana).Poemas y
prosa poética publicados en las revistas literarias web Rampa
(Colombia), Adamar (España), La Pájara Pinta (México), Palabras
Diversas (Florida, USA), LaLupe (México) Añil y en la revista Ser
en la Cultura (Argentina).
1 comentario:
UN PLACER PODER LEER TU OBRA . ENALTECE, EMBRIAGA AÚN EN EL DOLOR. ME ENSEÑA. ME ALIENTA. ES UN BÁLSAMO AL ALMA.LIDIACC.
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