Imagen: Pavel Guzenko (fuente: google imagen)
Poetas de Rosario XXV
Ojos (en Vía Remington)
Ojos color del
tiempo
cuando no grises,
verdes...
Expongan mi
emoción.
No importa que
lluevan
gotas de lágrimas
transparentes,
dulces-y-saladas
sobre vuestra
superficie
casi lunática:
Retengan en
vuestras retinas
la imagen de mis
más amados rostros...
Pestañas
arrimeladas,
estírense hasta
alcanzar el cielo
y protejan
mi mejor instrumento
de conocimiento...
Mis ojos color del
tiempo...
Que vieron casi
todo y casi nada,
que han mirado y
aún miran
a otros ojos en
silencio.
Ojos color del mar
cuando no gris,
verde.
Con la furia del
mar embravecido,
con la calma del
mar
luego de la agitación,
con la confusión
del mar revuelto.
Balance (en Vía Remington)
Sabor agridulce
de esa mezcla
que intimida y
perturba
en un detenerse a
ver
quien está de
nuestro lado.
No hay tul ni
lentejuela
ni brillo que
opaque
la faz de la
aflicción.
Es tierra mojada
aplacada por el
agua,
engañada...
para que el aire
no la levante
ni la sacuda
ni la estremezca.
No hay perfume
que cubra el
sentido
y descubra el
sentir.
Y en medio de tanto
y tan poco
lo salado y lo
dulce
se combinan
perversos.
Sólo un instante
de mimesis
imperfecta
trata de superar
la sorpresa
dilatada.
Box
I open a gift
wrapped in green
and discover a red emotion
inside of me.
I try to mix colors
so that I can make
the green, less green
and the red, less red.
But the action ends all in brown.
I see then the magic and reality
of experimentation.
I distinguish a crossword
of two main paths
and endless possibilities
of que será será...
I close that parcel of my life
with many shiny ribbons
reflecting a pale proud
in a grinny smile.
M V
Viajo a través del
tiempo
en bus y por una
ruta contigua
a los carriles del
ferrocarril
por los que alguna
vez
mis congéneres
supieron andar.
Y advierto el campo
y medito sobre la
ciudad.
Viajo en eje.
Y sueño a un hombre
como mi abuelo soñó
a una mujer.
El cielo no ofrece
frontera
a mis programas de
vuelo
-bienaventuradamente-
terrenales.
Los pájaros
construyen nidos
en recovecos
imprevisibles.
Vuelan, vienen,
van.
¿Es ésta una
agitación ancestral?
I
Presas del pánico
sus crías dudaron
de todo
mientras la fiera
coronaba un largo
coqueteo con la muerte
con un bramante
rugido.
II
Ignota de lo
acontecido,
otrora amansada por
leve susto,
ahora,
la leona ruge
impoluta.
III
Cerca de la vejez
la fiera acumula
imágenes
que de cuando en
cuando
la asaltan en el
cubículo de su existencia.
IV
Sus crías siempre
recordarán
lo tibio
de la sangre
encapsulada
en una burbuja
alojada en la
entraña materna.
(*) Corina Moscovich es Licenciada en Letras y
Traductora de Inglés. Colabora para el Diario La Capital, Cruz del Sur y
revistas literarias en Rosario y afuera. Sus poesías en inglés fueron
publicadas en Inglaterra. Ha trabajado como traductora e intérprete para poetas
extranjeros. En Rosario y afuera ha participado en diferentes grupos de
escritura y lectura. También participó en exposiciones colectivas e
individuales de poesías y de cuentos.
Escribió para el
Semanario Notiexpress hasta su cierre a fin de 2007.
Fue invitada a leer
sus poemas en Arts Fest 08, Birmingham, Inglaterra.
Su cuento infantil Felipe sin siesta fue seleccionado por
la Municipalidad de Rosario para “Aquí llegamos los chicos”, proyecto
ludo-literario.
Corina reside en
Rosario. Ha trabajado y vivido en Inglaterra, Estados Unidos entre los años
2001 y 2003 y recientemente en Sudáfrica, como traductora voluntaria para la
Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010™.
Ha publicado “Vía
Remington” (Ciudad Gótica, Rosario, 2006) -poesías en
español y en inglés-. Forma parte de las antologías “19 de Fondo” (Gato Grillé, Rosario, 2008), “Poetas del Tercer Mundo” (Ciudad Gótica, Rosario, 2008) y “Fin Zona Urbana” (Gato Grillé,
2010). Tiene cuentos para niños y una novela inéditos.
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