Bordando el manto terrestre, Remedios Varo, 1961
POETAS DE ROSARIO, XXVII
en un
interno
donde estés
recibirás la
orden
otras
elegirán los
adornos para
que te sientes
sola en la sala
los colores
para bordar
ceremonias ajenas
o pintar lo
que nunca vas a conocer
a estos sitios
se ingresa
para no esperar
mirar
más allá de
los muros
donde estés
podrás ver
la ciudad
ideal
mientras la
peste y la peste se balancean
frente a la
sala de las superioras muertas
imantadas al
púrpura de las fuentes
a los cántaros
a las vasijas
a los altares
al color de
los geranios
a los patios
azules
a los arcos
magenta
al agua que una
piedra desvía
y a la que
estanca camalotes
donde estés
sabrás
que los
conventos familiares
no tienen
geografía
festival
tramoyas de
Aída
en la arena
como si fuera
Egipto
y se armara
sólo para el amor
o para la
muerte
al sol
la piedra del
imperio es escenografía
por el rojo de
las sillas
los artefactos
mueven
frisos y
columnas hasta encontrar su puesto
afuera un
gladiador apura el helado
antes de
la próxima excursión
de la próxima
foto
antes de que
los mármoles rosados se la lleven
a visitar
otros amores
eternamente
fijos
en la
instantánea de sus muertes
fiesta
patria
¿y si vieran
pasar bandadas de petirrojos?
¿y si
estuvieran en verdad clamando por una lluvia
que los ahogue
con trompetas de caracol?
¿y si cien
pericos volando gritaran a coro:
¡dejen estas
pirámides!?
¿y si todos
ellos, vestidos de blanco
echados sobre
los escalones
para que la
energía se les cuele
en los cuerpos
ya repletos
pudieran oír
que las serpientes
vienen por las
piedras?
No sería este
domingo
fotografía
Bastan dos
días para que se abra
y se cierre
la flor de un
cactus
Pasó tantos años preparando
un perfume
-las frutas
para la mente
las flores
para el corazón
el almizcle
para que dure-
un maquillaje
maníaco
ricamente
enjoyado por el sol que la mata
y vos te
preparás para fijarla
para que ella
pose
y pase
su último día
(del libro inédito
que parezcan sirenas)
C. S
En casa ajena
¿podría
protestar?
¿o sentirme
agraviada?
¿exigir un
abrigo?
¿litigar?
No puedo
hacerme cargo de los actos domésticos
o cuidar de la
huerta
ni voy a tener
tiempo de apreciar sus maderas
a la hora en
que el sol golpea las ventanas
¿Voy a ocupar
a medias
una casa?
¿Un cuerpo
que resbale
en el sueño
y no me toque?
¿Un mundo
apenas
habitable
que no turbe
el secreto?
Voy a
necesitar cierta delicadeza
para el
balance
de aquellos
votos
que limpiarían
de cangrejos
el mar que me
rodea
un gesto tenue
que dilate la saliva
o acaso uno
notable
como poner mi
firma
en los libros
sagrados
(de Manual de agua, 2007)
(*) Nora
Hall nació
en Alcorta (Santa. Fe)
Es
profesora en Castellano, Literatura y Latín.
Desde
1986 coordina un taller literario en Rosario.
Pertenece
al comité editor de Papeles de Boulevard.
Obra
publicada: Hasta pulverizarse los ojos
(Libros de Tierra Firme, Bs.As, l990); Todo mal (Edit. Libros de Tierra Firme, Bs. As.,1996) por la
que obtuvo el Premio Povincial de
Poesía “José Pedroni” (obra édita); Manual
del Agua (Editorial Papeles de Boulevard, Rosario, 2007)
1 comentario:
En el primer poema, donde acá dice sabrás(segundo verso, última estrofa) dice en el original: vas a saber
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