Algunas impresiones acerca de Lo habitual
(Diego Suárez, editorial De l’aire,Santa Fe, 2021)
· En su poemario Lo habitual (De l'Aire Editorial, 2021) Diego Suárez recrea cuanto podríamos ligar a a costumbre, lo que crea hábito, lo mecánico, el marco del día, aquello que a fuerza de repetición cristaliza en rutina. Ceremonia, ritual, pauta, horario fijo, trivialidades de toda laya, vagas fórmulas de cortesía, las que decimos sin pensar lo que decimos y las que también decimos, a sabiendas de que se trata de una frase vacía. Páginas que, en ocasiones, dialogan con cuentos, poemas. canciones y frases leídas cuya procedencia se refiere en una “Nota” aclaratoria en las páginas finales.
Pero hay más, no
se trata solo de una galería de gestos repetitivos. Se trata de que por el
tamiz de lo habitual pasa nada menos que nuestra vida, con todos sus matices,
lo trivial y lo medular haciendo equilibrio en el marco de lo cotidiano, marco
contenedor en medio del caos.
No todo es repetición,
no todo es esperable, existe también, visible y audible al ojo poético, una
línea de fuga, de asombro, una constante que en este libro se repite casi tanto
como los gestos de la rutina: el canto de los pájaros y/o el silbido del
viento. Siempre una suerte de música capaz de mover el mundo, de alivianar
monotonías, el trino de un pájaro ayuda a resolver conflictos, despierta de la
siesta de quince minutos (que aporta, entre otros milagros, la contrapartida de
un sueño de gloria literaria), pájaros que inventan el día desde la ventana de
un hotel. Pareciera que, dentro de una vida moldeada, ese canto espontáneo,
aleatorio, evapora la sensación de estar presos en un marco de referencia, abre
la puerta a la libertad: “…comprendimos / que las ramas de los árboles son /
las cuerdas vocales del viento”; “Por las mañanas, un piquete canoro / se
manifestaba en nuestra ventana: / horneros inventando el día”; “a pesar de todo
sonrío / mientras me despierta el trino / de un pájaro invisible”.
2 comentarios:
¡Muchísimas gracias Marta por haberte zambullido en ese libro y por enriquecer su horizonte colectivo! Un honor. Abrazo grande.
Fue enriquecedor bucear en tu mirada acerca de Lo habitual, Diego! Otro abrazo!
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