Alicia Pastore, Enhebrados (La luna que, Buenos Aires 2015) |
MARGINALIA
“Enhebrados” se construye como
una trama. Los poemas se anudan unos a otros
como un bordado que a la vez se reuniera y se desplegara en la tela que es también el
libro de la poeta Alicia Pastore, editado por La luna que, en 2015.
Palabra delicada, cuidadosamente
seleccionada a partir del buceo a fondo en el caos de la lengua; palabra
tributaria de una observación finísima, susceptible de captar aun el detalle
mínimo que solo la poesía ve.
La lluvia abre la escena y también la cierra: banda
de sonido necesaria, telón que invita al descanso, momento en que el resto del mundo
desaparece dando paso a la omnipresencia del huésped. Pienso: si hay un huésped es
porque hay un anfitrión dispuesto a alojarlo: ¿el deseo o la necesidad de
escribir? Sabemos que el visitante “se acomoda al impulso del hambre”, que la poeta lo banca
aunque el vértigo rodee la búsqueda: “asoma sus ojos/ al aljibe/ de los
espejismos”. El espejo-espejismo devuelve la imagen de los ausentes: el ciego, la mendiga, el
inmolado, el hombre de manos de pan (y su mujer y su hijo), las víctimas de “un
sistema/ sin pudor”, y más. Una mirada de infinita compasión detiene la letra
en ellos: “declina otra tarde/ en el crepusculario/ que arde en su pupila”.
Después de un largo día, la
noche cómplice siempre llega: hora de replegarse en la palabra para la Entrega diaria, momento en que caen las
máscaras y se devela el verdadero rostro de la poeta.
Poemas transcriptos del poemario Enhebrados:
copula
con la inocencia
aveces
un erial incumplidor
hace crujir
el deseo desde lejos
si hay huésped
hay memoria
se ven las casa
que soñaron
en colores:
mediodías con rostros
…
abandono
edifican pájaros,
el discurso
es libertario
el albedrío, un
reverbero mezquino
concebido en las alas
los pájaros
no saben del riesgo
de volar
en las alturas,
ni del viento que empuja
y caen
de la mano expandida
y del credo
…
credo
busca
un dios precario
un rostro
una luz
que despeje
los indicios
pero las lámparas
no alumbran
estas cuestiones
solo vigilan
el punto de fuga
…
sale de la casa la mujer
y sin mirar a la mendiga
le da una moneda
que dios la bendiga
dios, que no es sordo,
la acompaña
hasta la farmacia
declina otra tarde
en el crepusculario
que arde en su pupila
…
el regreso
a la casa
es lento
la noche, un embudo
que la suelta
en los espejos
busca su rostro final
una procesión
de sudarios
se abalanza
a recoger las máscaras
…
la noche revienta
en un espasmo de presagio
es inabordable
el gesto claro
pasan sombras
junto a los párpados,
un casi imperceptible
olor a lirios
la conmueve
algo anda por ahí
algo anda
y no la detiene
…
noche
páginas secretas
se sacuden ágiles
bajo su penumbra,
lo saben sus asiduos
inquilinos
el diurno duerme,
su corola de sueños
le asegura
un espacio adecuado
al despertar,
algo ve a contraluz
algo ve,
y llora
(*) Alicia Pastore nació en Buenos Aires, donde vive, el 29 de Noviembre de 1949.
De mí, nada: vagos recuerdos de talleres literarios, unos versos en papel, un grupo, una revista, un pr..., lo de siempre, nada.
Ahora, si hablamos de Poesía, ésto sí es algo serio. Siento que me toca el hombro, me dice: no me eludas, la opción es: "conocimiento o muerte". Saber que la muerte nos topa en cada ausencia, prejuicio, exclusión o miedo, facilita mi elección.
Eso, tan poco y tanto.
Escribe y difunde poesía a través de las siguientes páginas:
http://agnesyelnomeolvides.blogspot.com/
http://www.ivoox.com/escuchar-un-caos-lucido_nq_1274_1.html
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