Tres poemas
(“Moon Crossing Bridge”, 1992; “El puente que cruza la luna”, 2006)(*)
La zona montañosa de la orilla de Sagano del puente también es conocida por sus muchos templos, y como lugar de retiro para los que desean emprender una vida de soledad. Caminando por el Puente de Togetsu a finales de noviembre de 1990, con dos amigos japoneses, se me ocurrió que acababa literalmente de cruzar el título de mi libro.
Se dice que el nombre del puente es una alusión a la luna que atraviesa el cielo nocturno.
Dejo de escribir el poema
y quién muere, sigo siendo una mujer.
siempre tengo muchas cosas que hacer.
Pongo juntas las mangas de su camisa.
Nada puede detener nuestra ternura. Volveré
al poema. Volveré a ser
una mujer. Pero por ahora
hay una camisa, una gigantesca
camisa en mis manos, y en alguna parte
una niña pequeña de pie junto a su madre
observando para aprender cómo se hace.
A la manera de los chinos
la nieve de las ramas del abeto. Ningún disfraz
dura mucho. ¿Creíste que no había viento
bajo tierra? Mi caballo tártaro prefiere
el viento norte. ¿Creíste que un poco
de tiempo y muerte me detendrían?
¿Acaso no me elegiste por la postura terca
de la cabeza, por mis ojos verdes que desanimaban
a charlatanes y vendedores que llamaban a la
puerta?
Dejé marcado un sendero, un círculo ahuevado
alrededor de tu tumba para mantener el calor
mientras te hablo. Soy la única
en el cementerio. Elegiste bien. Nadie
es tan terca como yo, y mi caballo tártaro
prefiere el viento norte.
After the chinese
By daybreak a north wind has shaken
the snow from the fir boughs. No disguise
lasts longs. Did you think there were no winds
under the earth? MyTartar horse prefers
a north wind. Did you think
a little time and death would stop me?
Didn’t you choose me for the stubborn
set of my head, for green eyes that dared
the cheat and the haggler from our door?
I’ve worn a little path, an egg-shaped circle
around your grave keeping warm
while I talk to you. I’m the only one
in the graveyard. You choose well. No one
is as stubborn as me, and my Tartar horse
prefers a north wind.
Traducción: Mirta Rosemberg y Daniel Samoilovich (Moon Crossing Bridge (Graywolf, Saint Paul, Minnesotta, 1992)
Sí
Ahora somos como aquel montón mate de arena
del jardín del Pabellón de Plata de Kyoto,
diseñado para revelarse sólo a la luz de la luna.
¿Quieres que esté de duelo?
¿Quieres que guarde luto?
¿O, como la luz de la luna en la arena blanquísima,
quieres que use tu luz para brillar, para relucir?
Brillo. Estoy de duelo
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