Miro las fotos, el show ha sido espectacular; pienso en mi hija que en la otra mitad de la naranja planetaria (Melbourne, Australia), duerme, recién estrenado el año, pasada la fiesta.
Renuevo la esperanza y por qué no, la confianza: espero aquí, de pie en esta otra cara de la naranja, la partida del año viejo, la llegada del año nuevo.
Fotografías: agencia EFE




