
La descubrí, a la poeta, en la escritura de Adriana Lunardi (Santa Catarina, 1964), quien escribió un libro-joya, Vísperas (2008, Bajo la luna), nueve cuentos que recrean nueve vísperas de muerte, entre las de otras escritoras, la de Ana C.
De su poesía dice Armando Freitas Filho: es "una mezcla de cristales, heavy metal y tafetas" . Con un lenguaje construido y cuidadosamente estructurado buscaba llegar a los límites de la palabra a través de lo cotidiano. Para alcanzarlo "necesitaba respirar al ritmo de una pulsación desafiante".
Dos poemas de Ana C:
NADA, ESTA ESPUMA
Por enfrentamiento del deseo
insisto en la maldad de escribir
pero no sé si la diosa sube a la superficie
o apenas me castiga con sus aullidos.
Desde la amura de este barco
quiero tanto los senos de la sirena.
(Escenas de abril, 1979)
MIRO MUCHO TIEMPO EL CUERPO DE UN POEMA…
Miro mucho tiempo el cuerpo de un poema
hasta perder de vista lo que no sea cuerpo
y sentir separado entre los dientes
un hilo de sangre
en las encías
"En estas circunstancias el picaflor
viene siempre por millares"
Este es el cuarto, Augusto. Avisó que venía.
Me lavé las axilas y los piececitos. Preparé té.
Por si me olía... Ay, qué mareo me da el
azúcar del deseo.
(Escenas de abril, 1979)