OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

sábado, 25 de septiembre de 2010

SUSANA ROZAS (*), POETA INVITADA



POETAS DE ROSARIO I

Etilogía

I

Mi madre no sabía literatura

y miraba cuadros.

Desde la ventana

yo leía el futuro.

Pasaba:

entre el fresno y el álamo

y seguía pasando

II

Es otra vez

el recuerdo

que golpea en un perfume

mientras

venía aprendiendo

que fabricabas siestas


para

demorarnos la infancia.


Duda

Cómo no enceguecer

ante los dedos

marmóreos

del tiempo

que con su largo cabello

cae

mancillando

tu mirada infinita.


Alboroto de polleras

Gasas donde tatúas

el pecado, el gozo

de lúbricas piernas.

Disfrazadas de ocaso

de no videntes

de perla escondida;


pierna: molusco niño

para cada hombre.


Homenaje

No me perdones las manos

si te detuviste

sobre mis pupilas

para arropar


(*) Susana Rozas nació en Rosario. Docente en Lengua y literatura. Publicó cuatro libros de poesía, dos novelas breves, un libro virtual con la selección de los trabajos de treinta años "Menos el tiempo", que le valió la Invitación a Zamora 2010, Encuentro de Poesía (México).
Un ensayo sobre la novelística de Manuel Puig (se presenta en Rosario el 9/10/2010). Ha trabajado en varias ponencias y dictado en Villa Ocampo un Seminario sobre la obra de Silvina Ocampo
Tiene dos libros de cuentos inéditos.

domingo, 19 de septiembre de 2010

PRIMAVERA



pensaba que el deterioro

en la piel encrespada de mi madre

era ajeno a mí
como si yo no fuese una astilla
de tal o cual madera

que también cruje

se ablanda y un día se pudre


como el tronco exhausto
del viejo paraíso
ha dado ramitos de flores violetas


parece mentira
una vez más
su estela fragante

Por Marta Ortiz

viernes, 17 de septiembre de 2010

Arnaldo Calveyra (II)



La mitad de la tarde. En el espejo soñoliento, el rosal reclina sus flores hacia un crepúsculo sólo por él imaginado. "Puesto que ya no queda nombre en el espejo", oigo que dice, "entraré en la pieza para buscarme en él".

Espejo que por poco desaparece bajo las begonias del patio.

Y el espejo, del que cuentan maravillas, empieza a quedarse dormido, las imágenes del día absortas en su tinta, el rosal que oscurece busca refugiarse en su diamante.

¡Espejo observado por la muerte y memorias tuyas y suyas en esta hora de nacie! ¡Premura de las palabras que muy pronto se convertirán de nuevo en mentiras! A tus horas las adensa

(de Apuntes para una reencarnación)

martes, 14 de septiembre de 2010

Música y periodismo (por Leila Guerriero)

 

Esta nota de Leila Guerriero escrita en 2008 encierra la clase magistral de un maestro, Daniel Baremboim, clase para músicos o para cualquier forma de arte; cualquier escritura que se pretenda "un tajo inolvidable", por ejemplo. Imperdible.
(Publicada en el suplemento Babelia, diario El País, Madrid, el 30/08/2008)

La sala no es muy grande y está en penumbras. Unas veinte personas permanecen en silencio. No toman notas: miran. No cuchichean: miran. Un dedo de luz galáctica brota de un proyector y se estrella en la pantalla que tiembla como un párpado flojo. Allí, en la pantalla, un hombre joven y otro no tan joven tocan el piano. O mejor: el hombre joven toca una sonata de Beethoven y, cada tanto, el hombre no tan joven lo interrumpe y dice cosas como ésta: "El primer sonido es importante: es el que rompe el silencio, y debe quedar muy claro cuándo termina el silencio y cuándo comienzas tú". Entonces el hombre joven vuelve a tocar y la primera nota ya no es una nota sino una sustancia venida de otro mundo que se clava en las encías de las paredes mudas y las hace añicos.
En la sala no muy grande y en penumbras todos continúan en silencio. No toman notas: miran. No cuchichean: miran. En la pantalla, el pianista joven arremete con otro pasaje y el no tan joven interrumpe y dice: "Ten cuidado: debes obtener un sonido que no sea sólo color, sino también sustancia". Entonces el pianista joven vuelve a tocar y las notas son pequeños ríos radiactivos que se hinchan bajo sus dedos: mundos con respiración y muerte y luz y oscuridades.
En la sala no muy grande y en penumbras todos continúan en silencio cuando el pianista joven emprende un crescendo y el no tan joven le dice que no, que así no, que debe "tener el coraje de hacer el crescendo como si fueras a saltar y, en el último momento, como en el precipicio, no saltas". Pero, entonces, en la sala en penumbras, un hombre se remueve, incómodo, y murmura algo que es claramente una queja y dice que no entiende:
-No entiendo -dice.
Porque él es periodista y está allí -dice- para hacer un seminario de escritura creativa y periodismo, y no entiende -dice- qué tiene que ver esto con el periodismo, donde esto quiere decir la música: eso que sucede en la pantalla: una clase magistral del músico argentino Daniel Barenboim. Una clase que el hombre no entiende.
-No entiendo cómo algo de todo esto puede servirme para escribir mejor -dice- y se levanta, dos grados por encima de la indignación; y empieza a irse, enfurecido por la pérdida de tiempo; y se va, iracundo porque a quién se le ocurrió; y desaparece, embravecido porque esto es periodismo: porque esto es periodismo y entonces ritmo y entonces tono y entonces forma no aportan, a lo que se dice, nada. Porque esto es periodismo y no hay diferencia entre romper el silencio de una página con una sustancia gris o con un tajo inolvidable. Porque esto es periodismo y tampoco hay relación entre el coraje necesario para tocar un crescendo y el que hace falta para guiar a un lector hacia el centro donde, como una angustia lejana, como una enfermedad antigua, late la semilla de una historia. Porque esto es periodismo y, entonces, da lo mismo escribir un texto herido -un río de sustancia radiactiva- o unos cuantos párrafos retráctiles: viscosos. Porque esto es periodismo y no hay por qué tomarse todo ese trabajo si se puede -con menos sudor, con menos riesgo- ser un notario.
No un periodista: un funcionario de la prosa. 

Leila Guerriero (Junín, 1967) es periodista y escritora argentina, autora de Los suicidas del fin del mundo (Tusquets).

jueves, 9 de septiembre de 2010

LECTURA EN "LA SUBASTA"(18/09/2010)


“CAFÉ DEL ENCUENTRO DE LOS POETAS

EN EL REMANSO DE LOS SÁBADOS”

Sebastián Jorgi

Queridos amigos tengo el agrado de convocarlos a compartir la lectura programada

en "La Subasta".

No olvides que tu presencia es importante para todos nosotros.

Sábado 18 de septiembre a las 18.30 hs. y todos los terceros sábados de cada mes.

Río de Janeiro 54

-altura Av. Rivadavia 4.500 “Estación Río de Janeiro”, Subte A-

Ciudad de Buenos Aires

Los invitados:

Lina Caffarello

Luis Raúl Calvo

Mario Capasso

Alfredo De Cicco

Irene Marks

Marta Ortiz (Rosario)

Rolando Revagliatti

Antonia Taleti (Rosario)

A continuación se sortearán libros entre los asistentes.

-Entrada libre y gratuita-

Coordina: Norma Padra

www.revistapapirolas.blogspot.com

normapadra@gmail.com