OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

viernes, 24 de agosto de 2012

ÉTIMOS/1, enero/julio 2012 (nueva revista cultural producida y editada en Rosario)


  
Se presentó en bar Lennon (cultura y café), Urquiza esq. Paraguay, Rosario, el sabado 18 de agosto. Participaron del acto su director: David Fuks, miembros del staff de la revista: Graciela Aletta de Sylvas, Ma Cecilia Micetich, Marta Ortiz, el poeta salteño Leopoldo "Teuco" Castilla, y los invitados especiales: Elena Tardonato Faliere, Eduardo D'Anna, Enrique Gallego, Humberto Lobbosco. Músicos invitados: José Luis Gallardo, Andrés Guzmán, Facundo Madrid, Sebastián Rodríguez.
 
Más allá de presentarse como proyecto cultural en línea con otras revistas rosarinas que privilegian difundir autores valiosos por su contribución a la literatura y otras artes, tanto como por su compromiso con un ideal humanista, Étimos cuenta con dos atributos fundamentales: es un objeto llamativo y portátil. Portátil por su formato tabloide decidido tras numerosas idas y vueltas, solución salomónica que permitió finalmente editar el primer número logrando un efecto estético más que satisfactorio, al que se agrega el plus de su material flexible que permite manipularlo con facilidad y aún doblar en dos o en cuatro y leer en cualquier sitio y postura, además de caber tanto en una carpeta como en la cartera de la dama o en el generoso bolsillo masculino.
Me limito a comentar los títulos.
Étimos: primera elección, remite al intento de reunir palabras, a la idea de abrir un diálogo multitonal entre literatura y otras producciones culturales. “A la búsqueda de las voces originales que albergamos”, dice el eslogan. Pero no solo voces locales o regionales; Étimos se plantea borrar fronteras, incorporar también voces nacionales y extranjeras poco difundidas en nuestro medio.
Me gustan la apertura y también el cierre de este primer número; alfa y omega. El cuerpo textual de la revista queda para otros análisis o para degustar en la lectura individual. El tabloide cierra con la aclaración que se ofrece al lector en las dos últimas páginas: cómo se titularon las secciones, o, dicho de otra manera, de cómo algunos intertextos eligieron los títulos que articulan el orden interno de Étimos.
Se sabe que cuando escribimos lo hacemos con toda nuestra mochila de lecturas incorporadas; una “voz nueva” es el crisol que funde lo propio y lo ajeno, lo leído y la mirada “nueva”, en su versión reciclada en nuevo contexto. Y el entramado que se ofrece en Étimos no es excepción, sino que confirma la regla. Así, el título del primer apartado que incluye ensayos y artículos de fondo, alude a un verso de Paul Celan: …la palabra lograda al silencio (: memoria histórica, verdad y ficción). Y esto es absolutamente cierto. Las ciento treinta y cuatro páginas de Étimos funcionan como un escaparate o exhibidor de palabras logradas, que es como decir robadas al silencio: palabra de poetas, narradores, ensayistas, sociólogos, filósofos… Étimos destaca, y sigo acá el hilo del mismo poema de Celan Argumentum et silentio: “la palabra sobrevolada de estrellas /sobrevolada de mar”, que fije la memoria y alimente, por oposición a otra clase de palabras que: “… / prostituidas por las orejas de los desolladores / también trepan por el tiempo y los tiempos”.
La trama de intertextos aludidos continúa en la sección: Entre pueblos y horizontes altamente asomados, que encuentra su antecedente en un poema de Facundo Marull –de Ciudad en sábado–, el verso que dice:Paraná hermano, abierto camino entre pueblos y horizontes altamente asomados” (y aquí lo que asoman son cuentos y poemas producidos en Rosario y su Región, sin olvidar su marca de agua que abraza: el río Paraná). Otra sección, Cuerdas en tierra y aire, toma prestado su nombre de un libro de poemas de Ma Cecilia Micetich, bella metáfora que enlaza música y literatura. Podemos agregar, la referencia a un texto de Deleuze y Guattari, apto para apoyar la especulación sobre la potencialidad del devenir animal, que da nombre a otra sección.
Hay espacio también para la traducción, la reseña y el rescate de textos. Mucha tela para cortar, vale meterse en este cuerpo textual, recorrerlo, descubrirlo. Es un camino de sorpresas.

por Marta Ortiz

domingo, 19 de agosto de 2012

CADENCIAS, Valeria Cervero (*)


 
















Notas a Cadencias (Valeria Cervero, Bs Aires, 2011)

Por Marta Ortiz

·      La imagen de tapa es una escalera que baja (o sube) a puro vértigo un piso y otro y otro, como también la lectura de los poemas lleva a subir (o bajar) los umbrales temáticos que propone Cadencias, poemas que en pocas páginas condensan el intenso recorrido de una vida.

·      Nacer nos arroja inconsultos al laberinto (la escalera que subimos y bajamos sin saber adónde nos lleva, subir o bajar), metáfora de la vida que se percibe inhóspita, difícil de absorber, de aprehender; el yo lírico reconoce que no supo leer (no supo seguir) los rastros de calandrias y de espejos caídos, la credibilidad se ha perdido: “ya no hay dóndes / para venir a ser / con las ganas del parto"

Rimbaud agregó a su célebre afirmación Yo es otro: “peor para la madera que amanece violín”; ya no identidad fija, somos una interioridad expandida en el tiempo, que el otro funda. Espejo, ida y vuelta que crea el sentido. Aquí el yo que hilvana el poema se mira en los espejos que le dieron forma, ancestros o raíces: el latido, el recuerdo: “tras la pupila ciega del ausente, imagen-precipicio / para nacer / en el nuevo espacio no llorado” 
El agua es también espejo de ausencias, tumba sobre tumba, “el agua en su ofrecer de finales”.

·      Pero existen formas, emanaciones de Ariadnas que señalan el camino a seguir. La primera, la madre: “la madrevoz te advierte / te apunta te reclama”; la otra guía es el futuro al que se apunta como siguiendo la estela de luz de un faro, pero faro engañoso, el camino se tiende pero su línea temporal no es creíble; inexorablemente las Ariadnas empujan a la transgresión: “y decidís tu cuerpo/ aunque desmadre”; “el camino: /¿futuro o recuerdo? / ¿rastros de olvido o nada? /sin huellas que / tranquilicen o apremien / cada espera / cada lugar”

·      No obstante la certeza de la nada que aguarda, el camino ofrece abrigos como paradores o árboles al costado de la ruta donde guarecerse y descansar, despliegues que entretienen el andar: el color del limonero, “la dicha de habitar la poesía”. El juego es parte de ese abrigo e incluye la lengua, que en tanto sucede el humano caminar, busca (a veces tartamudea) un modo expresivo propio. Lengua virgen, al tanteo del yo que escribe, de fijarla en la duración, en el tiempo. La conclusión solo reafirma la condición laberíntica del ser en el mundo, una búsqueda circular que lleva siempre al mismo sitio: nada nuevo bajo el sol, la lengua travestida afirma su mensaje: “apenas partimos / y casi creemos decir lo nuevo / pero solo decimos / nuevamente”


dos poemas de Cadencias:

el tiempo se esmera
en la cicatriz
del rumbo
como si creara esa marca

en el esfuerzo
tal vez
olvidamos cada madrecita
de extendida
                       lengua
la humedad transformada
el arranque

apenas partimos
y casi creemos decir lo nuevo
pero solo decimos
nuevamente



y tal vez la travesía vuelva a decir
y a pesar de todo
demuestre
que puedo esperar
            (aun otra
             la mirada en el mundo)
casa en una casa
luz en la luz

la dicha de
habitar la poesía


(*) Valeria Cervero, Buenos Aires, 1972. Integró el grupo de poesía Abriendo la boca y el consejo directivo de la primera época de la revista Boca de sapo. Publicó en revistas, murales, plaquetas y en la web. 

viernes, 17 de agosto de 2012

"María Aparecida" visita el Concejo (y aparece en Vuelo de noche)

"Adorable" exposición de fotografías de la artista plástica y fotógrafa Marita Guimpel en la Galería de Homenajes del Palacio Vasallo, Concejo Deliberante de Rosario (del 3 al 29 de agosto). 

Qué cosas aparecen cuando María Aparecida aparece

La mirada de la artista se detuvo en el hambre y la discriminación, focalizados en la infancia desvalida o marginada. A partir de elementos cotidianos: la muñeca negra rescatada de sus juegos de niña, masas de confitería, pirotines, sillitas de juguete, moños decorativos, telas y otros objetos, construyó un mundo entrañable, el de la niña negra María Aparecida. 
     No es casual el nombre elegido, María Aparecida aparece y desaparece, pero cuando aparece (y lo hace de este modo simpático y colorido donde la experta fusión de la plástica y la fotografía aportan lo suyo desde su mirada infantil, rodeada de un mundo que sueña armónico, hospitalario, abundante y de colores firmes), ella nos recuerda a quienes miramos y admiramos las fotografías, un aspecto que ninguna sociedad debe soslayar, que es como decir "olvidar": los alimentos como las magdalenas que menciona en su texto Marita Guimpel, deberían mojar, como la lluvia, a todos los niños del mundo por igual.   
Claro que la realidad fue y es todo lo contrario de lo que María Aparecida sueña.
La luz que en dosis exactas ilumina la composición, subraya el sueño de un mundo mejor. Los sueños suelen reponer carencias, la imaginación tiene el poder de encerrar, a quien se deja llevar por “la loca de la casa”, en una burbuja de fantasía. Las masas finas y el mundo luminoso y colorido representan aquí la burbuja y la carencia, la línea de sombra que, por contraste, incluimos en la escena. Una de las carencias, porque entre las muchas María “Aparecidas” en diversas partes del planeta arrojadas o arrancadas de su lugar de origen, hoy y ayer, hubo/hay privaciones y penurias de toda laya: niñas y niños víctimas de abuso, trabajo infantil, esclavitud, además del hambre y la marginación anexos.
Nadie puede prohibirle a esta niña soñar, Marita Guimpel asiente y le entrega su caricia protectora al presentarnos el sueño de María Aparecida. El claroscuro moviliza –si existe una utopía es porque hay un reverso que la niega; la infancia abusada y desvalida está allí, como una papa caliente, en cada esquina, en las calles, en los portales, aguardando.
   
por Marta Ortiz

 

"María Aparecida es una adorable niña negra, dulce y amarga a la vez, como el chocolate que América le dio al mundo.

Sueña con una tierra roja y verde, no como los rubíes y las esmeraldas, sino como las cerezas acarameladas que lucen en sus tocados las masas finas, cuando se sientan en los escaparates de las confiterías para que las gente las admire. 

María Aparecida también sueña con una lluvia de magdalenas que precisamente, como lo hace la lluvia, moje a todos los chicos por igual.  

En un universo rojo y verde María aparece y desaparece rítmicamente, y lo hace como la alegría y como el dolor, como el hambre y la saciedad, como la luz y la sombra". 

  Marita Guimpel 

lunes, 13 de agosto de 2012

Poema con té



 
Taza de té. Kay Crain (s. XXI. EEUU,)

Blend
 
Sube un vaho picante a cardamomo
jengibre
motitas de canela
pétalos de rosa y
muerde el jazmín tu ausencia
la trastorna / la deslíe /deslinda y

deslindo
una hebra de la otra:
tu blend de terciopelo.

Arbolitos de coral negro en el fondo de mi taza de té.
                                                                                        Abril 2012

por Marta Ortiz 
 

sábado, 4 de agosto de 2012

FABRICIO SIMEONI (*), POETA INVITADO
























René Magritte, La reproduction interdite, 1937

POETAS DE ROSARIO XXVIII 

(selección de poemas inéditos)
 

El reflejo de la luz dicroica
se apiada
de la propia luz
y esta manera molesta
de ver cosas entre los hombros
caídos
el reverso mullido
de los espejos
interviene en el bajo consumo
un corto
la sanidad del elevador
incide
en la decepción
de la luz propia
se enfada
como matando la intensidad
del último color en la retina
y pasan las cosas delante del cristal
hasta oscurecer los márgenes
del desvelo
y la luz que nunca vimos.

 
Origami

La grapa no pliega la inclinación
del escenario invisible,
un bestiario superpuesto le da forma
y la misma mirada nos atraviesa
en la apariencia microscópica
del rebote.

La magnitud se resuelve en el corte
su deformidad y la restricción
que tiene la luz al vernos.




El paradero del fórceps
Desplaza la utilidad del sanitario
Hacia la servidumbre regida por los efectos
Esforzados del feto
Un sanatorio desamparado
Sin las manos intrauterinas
Que le devuelvan al parto
Su impavidez.
La piel rosada desmenuza de la voluntad
Sólo el crecimiento pederasta del correo electrónico.




 ¿Dónde mueren las lanchas
cuando el río se estanca
en su fondo y descansa
de los gansos?
Una multitud espera el oleaje
y sólo una mujer quiere cruzar
la tarde sin sombras,
no le teme al credo del reflejo
ni al hombre de pecho prohibido.
¿Dónde mueren los gansos
cuando las lanchas se estancan
en sus fondos y descansan
del río?
Cada hueso merecedor del camalote
ausenta toda apoyatura posible
entre el cuerpo
y una mentira de origen
en la aparición del cosmos.
¿Dónde muere el río
cuando los gansos se estancan
en sus fondos y descansan
de las lanchas?



División o apareamiento

La luz a contraluz
difiere en la precisión
del hueco
huérfano de la córnea
que expulsó el ojo
de Irene
y el nuevo embarazo del caos
entre estos planos.



(*)Fabricio Simeoni, (Rosario, Argentina,1974).
Es poeta y periodista. Fue codirector de "Los Lanzallamas", revista de arte y literatura.
Colaboró con medios radiales y gráficos. Coordina los talleres literarios de la biblioteca Gastón Gori (Fisherton, Secretaría de Cultura Municipalidad de Rosario), Centro de Permanencia Transitoria (Ministerio de Desarrollo Social) e Instituto de Rehabilitación para Adolescentes de Rosario (Ministerio de Justicia), centro de día Bindu y talleres itinerantes en escuelas entre ellas, la número 147 (actividad gestionada por Trasband).
Participa en los ciclos de lecturas de poesía de su ciudad. En 2005 fue declarado en Rosario Artista Distinguido por su trayectoria, reconocimiento otorgado por el Honorable Consejo Municipal. En 2006 fue reconocido artista de la provincia de Santa Fe (Cámara de Diputados).
Obtuvo en 2007 el primer premio del concurso municipal de poesía Felipe Aldana por “Cavidades del recreo” en co-autoría con Fernando Marquínez. Desde el 2006 ejerce la prensa y difusión de las actividades culturales de la Plaza Cívica (Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe). Colabora en El Fisgón Digital y en el programa Viaje a Babilonia (radio Nacional).

Publicaciones:
 "Cronos" (los lanzallamas 2000, declarado de interés municipal); "Rey Piojo" (poesía, los lanzallamas 2001); "Calambre de los descensos" (poesía, los lanzallamas 2003); "Agua Virgen" (poesía, con fotografía de Federico Tinivella, Menta producciones 2004); "Jardines Flotantes" (opúsculo de poesía, Junco y Capuli 2005); "Sub" (poesía, ciudad gótica 2005); "Otro Pasto" (con otros autores, editorial Ross 2007); "Cavidades del recreo" (poesía, con Fernando Marquinez, Edit. Municipal, Rosario 2007); “Alquímica”  CD con música de Fabián Gallardo y las voces de: Darío Grandinetti, Roberto Fontanarrosa, Gustavo Cordera, Silvina Garre, Quique Pesoa, Mónica Alfonso, Carlos Resta, Daniel Querol (www.alquimica.com.ar), 2007; "La mujer de las cortadas" (relatos, editorial fundación Ross 2008); "Episodios del fuego" (poesía, con fotografía de Federico Tinivella y Ariel Subirá, Menta producciones 2009); “El prontuario de la luciérnaga” (poesía, Papeles de Boulevard 2009); “Masticables” (poesía en colaboración con otros autores. Grupo “Como Brea” 2010); “Libro de filosofía”(El ombú Bonsai, 2011); “Cuentos Batidos” relatos y cuentos junto a Federico Tinivella (Homo Sapiens, 2012); Participó en numerosas antologías.