OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

viernes, 1 de marzo de 2024

Marcela Rosales: EL SILENCIO DE ENERO

Marcela Rosalers El silencio de enero, Alción Editora, Córdoba 2022


Apuntes de lectura:

Un camino en común para avistar estrellas

 ©Marta Ortiz

 Desde la portada, el silencio es protagonista. Yacimiento del que nace la lengua, aquí lengua poética, “lengua otra”, la que es capaz de escuchar “la mínima extensión / de lo que calla” y abrir la boca para decirlo, lengua que cae sobre el papel como música de lluvia para “Escribir un libro de aguas”, de muchas formas del agua, en tanto fluye el diálogo de la poeta con el epígrafe inicial de John Deane.

      Construir un libro con palabras de esa lengua única que nos hermana (más allá de los idiomas), palabras que dirán el hambre, el encierro y otros derivados de la pandemia; líneas que exponen el sonido de un mundo que se ha callado: “oyendo la muerte pasar”, tiempo de edificios quietos “La lengua se estrella / en sus cristales”. Poemas que escriben la otra orilla del mundo donde otras guerras arden y “la muerte se estrella” y que además dirán el amor, la soledad y también la fusión de mujeres familiares con el agua, una tarde de lluvia y lágrimas y gotas terapéuticas.

      “El silencio es el “único árbol / de mi exilio”, escribe Marcela. Y es allí donde la poeta encuentra el poema que como un guante se ajusta al título elegido: “me arden los ojos en el silencio  / de enero / (el nombre de este libro necesitaba un poema, pienso)“

      Un entretejido que se trama conversando con epígrafes ad hoc; un lenguaje ceñido que brilla polisignificante. De verso en verso un paisaje, una reflexión se empecinan en develarnos la huella de vida que es la escritura y deja temblando la interrogación: “¿Es entonces un libro un objeto / un nombre / la palabra / -o la ciudad- / de un silencio anterior / destinado al viajero / que aún no llega?”.

      Sin dudarlo, es todo eso y es mucho más. Con agradecido deleite recorremos estas páginas, un bello emergente de ese “camino en común / para avistar estrellas”.


Algunos poemas de El silencio de enero