OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

domingo, 27 de julio de 2008

LA INVENCIÓN DE LA LLUVIA

(Google imágenes)

Sigue un texto mentiroso. Tanta falta me hace la lluvia (más de tres meses que no llueve, sólo algunas gotas alguna vez y me quedé con ganas) que la inventé:

Llueve por fin. Gran alivio. El agua dibuja caminitos de luz en las veredas de la plaza. Lava la humedad, el musgo, el malhumor. Pule el farol, aplica una mano de laca sobre los troncos de los plátanos deshojados. Las gotas rebotan en el agua turquesa de las fuentes simétricas.
Oigo truenos cortados (amenazas de un predador a lo lejos), la música del agua anegando ranuras y escalones hasta desaguar en la alcantarilla.
La mañana borró en la plaza las luces, los senderos que la luz de las farolas revelaba, la cortina de agua bajando hilos de luz.
Hace frío. La gente se encoge dentro de sus impermeables y bufandas. Los paraguas repelen el gris del día: pequeños arco iris lisos, escoceses, estampados, hongos petulantes, presurosos, acuarela móvil, coreografía.
Panorámicas desde el quinto piso.
por Marta Ortiz

VÍSPERAS, Adriana Lunardi




Reseña "Vísperas", Adriana Lunardi, Bajo la luna, 2008

publicado en Señales, La Capital, Rosario

jueves, 10 de julio de 2008

ANA CRISTINA CÉSAR (Brasil, 1951-1983)

(imagen Google)

La descubrí, a la poeta, en la escritura de Adriana Lunardi (Santa Catarina, 1964), quien escribió un libro-joya, Vísperas (2008, Bajo la luna), nueve cuentos que recrean nueve vísperas de muerte, entre las de otras escritoras, la de Ana C.


De su poesía dice Armando Freitas Filho: es "una mezcla de cristales, heavy metal y tafetas" . Con un lenguaje construido y cuidadosamente estructurado buscaba llegar a los límites de la palabra a través de lo cotidiano. Para alcanzarlo "necesitaba respirar al ritmo de una pulsación desafiante".
Dos poemas de Ana C:

NADA, ESTA ESPUMA

Por enfrentamiento del deseo

insisto en la maldad de escribir

pero no sé si la diosa sube a la superficie

o apenas me castiga con sus aullidos.

Desde la amura de este barco

quiero tanto los senos de la sirena.

(Escenas de abril, 1979)


MIRO MUCHO TIEMPO EL CUERPO DE UN POEMA…

Miro mucho tiempo el cuerpo de un poema

hasta perder de vista lo que no sea cuerpo

y sentir separado entre los dientes

un hilo de sangre

en las encías


"En estas circunstancias el picaflor

viene siempre por millares"


Este es el cuarto, Augusto. Avisó que venía.

Me lavé las axilas y los piececitos. Preparé té.

Por si me olía... Ay, qué mareo me da el

azúcar del deseo.

(Escenas de abril, 1979)