OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

jueves, 29 de marzo de 2012

ADRIENNE RICH *














Fotografía: Angellos ( Russian Federation )

MADERA DE SUEÑOS

En la madera vieja, rayada, ordinaria de la mesa donde escribe
hay un paisaje nevado que solo un niño podrá ver
o el ser adulto de ese niño,
una mujer que sueña cuando debiera escribir
el último informe del día……..Si esto fuera un mapa,
piensa, un mapa a memorizar,
porque podría tener que caminarlo, dejaría ver,
loma tras loma esfumándose un desierto de neblina,
aquí y allá una señal de napas de agua
y un posible abrevadero.…..Si esto fuera un mapa,
sería el mapa de su última etapa vital,
no un mapa de posibilidades sino un mapa de las variaciones
de una única gran opción. Sería el mapa que le premitiría ver
el fin de las opciones turísticas,
de las distancias que el romance vuelve azul, lila,
gracias al cual entender que la poesía
no es una revolución sino un modo de saber
por qué la revolución es necesaria…….Si esta mesa ordinaria
y producida en serie por la Brooklyn Union Gas Company,
producida en serie y aún así durable, que está aquí ahora,
es lo que es y a la vez, un mapa de sueños
tan férreo, tan claro,
piensa, es posible que la materia y el sueño se fundan
y que éste sea el poema y éste el informe final.

                                                    De Times Power,1988

                                                    (De Times Power,1988)

 
TRADUCCIONES

Me muestras los poemas de otra mujer
de mi edad, o menor
traducidos de tu idioma al mío

Ciertas palabras recurren: enemigo, horno, pesadumbre
suficientes para entender
que esa mujer vive en mi tiempo

obsesionada

con el Amor, nuestro tema:
lo hemos adherido como hiedra a nuestros muros
horneado como pan en nuestros hornos
llevado como tobilleras de plomo
observado con binoculares como si
fuera un helicóptero
que viene a saciar nuestro hambre
o el satélte
de un poder hostil

Empiezo a ver que esa mujer
hace cosas: revuelve el arroz
plancha una camisa
transcribe un manuscrito hasta el alba

trata de hacer una llamada
desde una cabina telefónica

El teléfono suena con insistencia
en la habitación de un hombre.
Escucha que él le dice a otra
No importa. Se cansará.
Lo escucha narrar su historia a su hermana
que se transforma en su enemiga
y cuando le toque el turno
alumbrará su propio camino hacia la pena

ignorando que este tipo de dolor
es compartido, innecesario
y político

(de Diving into the Wreck, 1972
)


en: La pasión del exilio, selección, traducción y prólogo de María Negroni (Bajo la luna, Buenos Aires, 2007)
 
*Adrienne Rich (Baltimore, EE. UU., 1929-2012)


domingo, 25 de marzo de 2012

Antonio Tabucchi (Vecchiano1943-Lisboa 2012)



















Pereira (con el porte, la cara y el gesto que Marcello Mastroianni le imprimió al personaje), hubiera escrito el obituario perfecto, la elegía adecuada para Antonio Tabucchi, su creador, posiblemente hubiera escrito las palabras que el periodista catalán Enric Sopena acaba de publicar en ELPLURAL.COM : 
Sostiene Pereira que ahora te nos has ido tú, Antonio. Tu vitalidad, tu simpatía, tu sentido del humor y tus convicciones democráticas profundas nos acompañarán siempre. Plantaste cara a Berlusconi y no te publicaron, en diarios donde colaborabas habitualmente, un artículo muy crítico contra el berlusconianismo rampante. Pero nosotros, muchos periodistas catalanes y españoles, seguiremos recordando con enorme emoción y respeto a tu amigo Pereira. Por cierto: Sostiene Pereira que tú, en realidad, no te has ido ni te irás nunca. Porque nunca dejarás de luchar por la libertad, querido Tabucchi”.












Fragmento de Los tres últimos días de Fernando Pessoa, Anagrama, Barcelona, 1996:
por Antonio Tabucchi

 30 de noviembre de 1935

Pessoa apoyó una mejilla sobre la almohada y esbozó una sonrisa cansada. Querido António Mora, dijo, Proserpina me quiere en su reino, es hora de partir, es hora de dejar este teatro de imágenes que llamamos nuestra vida, si supiera las cosas que he visto con los ojos del alma, he visto los contrafuertes de Orión, allí arriba en el espacio infinito, he caminado con estos pies terrestres por la Cruz del Sur, he atravesado noches infinitas como un cometa luminoso, los espacios interestelares de la imaginación, la voluptuosidad y el miedo, y he sido hombre, mujer, anciano, niña, he sido las multitudes de las capitales de Occidente, he sido el plácido Buda de Oriente de quien envidiamos la calma y la sabiduría, he sido yo mismo y los otros, todos los otros que podía ser, he conocido honores y deshonores, he mirado plácidos rebaños y he recibido en la cabeza el sol y la lluvia, he sido una hembra en celo, he sido el gato que juega en la calle, he sido el sol y la luna, y todo porque la vida no basta. Pero ahora basta, mi querido António Mora, vivir mi vida ha sido vivir miles de vida, estoy cansado, mi vela se ha consumido, se lo ruego, déme mis gafas.
    António Mora se ajustó la túnica. Prometeo se abría camino en él. Oh, cielo divino, exclamó, vientos de alas rápidas, fuentes de los ríos, innúmera sonrisa de las olas del mar, tierra, madre universal, os invoco, y al globo del sol que todo lo ve, ved el trato que recibo.
   Pessoa suspiró. Mora cogió las gafas de la mesilla y se las colocó. Pessoa abrió los ojos de par en par y sus manos se posaron sobre las sábanas. Eran exactamente las ocho y media de la tarde. 
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Un texto homenaje de Manuel Riva en El País, Cultura, 25 de marzo de 2012:


 SAUDADE (POR MANUEL RIVA)

lunes, 19 de marzo de 2012

TIRABUZÓN (Angélica Gorodischer)










TIRABUZÓN, NOVELA EDITADA EN DICIEMBRE DE 2011, COLECCIÓN "NARRATIVAS CONTEMPORÁNEAS" (directoras, Gloria Lenardón y Marta Ortiz) para Editorial Fundación Ross, Rosario.

Saliendo del silencio 
por Julieta Tonello

(Publicado en Señales, La Capital, Rosario, el domingo 18 de marzo de 2012)

Helena es la menor de tres hermanos, "la más desamparada de todos ellos". La profesora de francés que sueña, como si se tratase de un sueño inalcanzable, con conocer París; la que cuida de su madre en el lecho de muerte. Sumisa, doblegada ante las imposiciones de quienes la rodean, encuentra como contrapunto al personaje de Atilio, su despótico hermano.
Don Max es un abogado de ochenta y cuatro años, quien le enseña a Helena otro destino posible, le muestra el camino a París y le ofrece apoyo en el trayecto de liberación de una familia opresora. A través de sus ojos, el lector es testigo del arco de transformación de la protagonista: "Cómo tiene que seguir, porque empezar ya ha empezado. Empezó llorando a su madre y dio el segundo paso cuando peleó por lo suyo contra ese atorrante que tiene por hermano. Bravo, bravo. Ahora tiene que cruzar un puente que empieza aquí, en la puerta de su precioso departamento frente al parque y cruza el mar y el tiempo y llega al Boul' Mich y a la fuente de María de Medicis."
La creadora de ambos personajes, Angélica Gorodischer es a menudo presentada, en el marco de una taxonomía genérica, como autora de ciencia ficción y de novelas policiales. Sin embargo, al desprenderse de estas clasificaciones, se manifiesta otro rasgo distintivo de sus creaciones literarias. Desde la resonancia que obtuvo Kalpa Imperial (1984), sus libros de cuentos y novelas de se han sucedido perfeccionando el tratamiento del poder a la luz de la cuestión de género.
En Tirabuzón, el protagonismo no lo lleva una mujer de personalidad fuerte y objetivos claros, sino el eslabón más débil de la cadena subterránea de poder-dominación. "De la mudez tradicional, de la mirada furtiva, del silencio histórico se sale como se puede, cuando hay fervor por salir. (...) Hay mujeres que han soltado la mordaza vía la locura, la religión, el arte, la santidad, la enfermedad, la caridad, la rendición e incluso la muerte. ¿Por qué no habrían de salir algunas del silencio por la vía más directa, la de la palabra?", sostenía Gorodischer en "Señoras", un texto de Escritoras y escritura (1992). En este sentido, el personaje de Atilio, una figura dominadora, se vuelve imprescindible para la construcción del argumento narrativo.
Por otra parte, el vocablo que da título al libro, entendido como metáfora del paso del tiempo, posee un peso significativo en el desenvolvimiento de la trama. En efecto, la autora siembra a lo largo de la obra referencias ligadas a esta pieza constitutiva de la historia: "Si el tiempo da vueltas y vuelve a dar vueltas y pasa siempre por los lugares por los que ya pasó pero un poco más allá, si el tiempo es un tirabuzón, un tirabuzón de oro que brilla en la noche".
Así como la hegemonía del poder masculino se diluye en la novela con el correr del tiempo, también el transcurrir de las horas y los días ofrece a Helena la oportunidad de reinventarse, de correrse de los límites que antes marcaban su vida. Entonces "es puro temblor, pura espera de una vida que ahora se le ofrece, que quizás siempre estuvo ahí presente pero que ella no vio porque había demasiadas obligaciones, tentaciones incluso, que le impedían el paso".
Gorodischer es trama pero, fundamentalmente, estilo. De ahí, por ejemplo, la sutil y estudiada diferencia de registros entre las intervenciones de los personajes, los diálogos vivos, las descripciones preciosistas, casi barrocas. Novela breve, de ágil lectura, aparece en Tirabuzón un efecto paradójico dado que, a pesar de leerse con celeridad, el rumiar de la historia y las voces de los personajes permanecen impregnados en el lector mucho después de que la lectura ha concluido.
Presentación
Angélica Gorodischer (1928) nació en Buenos Aires, pero vive desde muy pequeña en Rosario. Publicó, entre otros libros, Bajo las jubeas en flor (cuentos, 1973), Trafalgar (cuentos, 1979), Kalpa Imperial (novela, 1984), Prodigios (novela, 1994), La noche del inocente (novela, 1996), Historia de mi madre (biografía, 2005) y Tumba de jaguares (novela, 2007). Traducida al inglés y al alemán, obtuvo numerosos premios por su obra, entre ellos el Emecé (1984-1985), el Konex de Platino (1994) y el del Instituto Literario y Cultural Hispánico, en California (2007), y fue declarada ciudadana ilustre de Rosario (2007). Tirabuzón, su última novela, se presentará el próximo martes 20 de marzo a las 19.30 en el Centro Cultural Ross, Córdoba 1347. Participarán Graciela Aletta de Sylvas, Gloria Lenardón, Marta Ortiz y Silvina Ross.

liink:
http://www.lacapital.com.ar/ed_senales/2012/3/edicion_166/contenidos/noticia_5070.html

jueves, 15 de marzo de 2012

Caña de bambú *



Caña de bambú
a la memoria de Mosameet Hena, ejecutada en Naria, Bangladesh, el 2/02/2011

Flexible la caña / cimbra la proximidad / de la tormenta
Beatriz Vallejos

El Ganges satelital abre cauces violetas.
Penetra, el delta, una tierra húmeda
de bosques y pantanos:
boca de río sagrado
territorio modelador de la tragedia.

Sigila
-ojo de tigre-
-ojo de ágata-
la sombra azul del tigre real bengalí.

Un solo acto bastará para mochar y tachar
la sombra también azul de Mosameet:
……….---shaluk, loto, nenúfar.


Escena Primera:

El decorado sobre telas negras sugiere un tribunal clandestino: el shalish.
Carátula del conflicto en la mira: “relación ilícita”.
Dictamen: la fetua o fatua
nada fatua, sí asesina.
Enardecido,
letra a letra la transcribe el muftí,
en rústico caftán sumido
sumiso el hombre a la ciega ira patriarcal
ha citado a la inculpada
la solapada
la incestuosa
la manchada incitada a la cita
bocado en bandeja de oro
ambrosía
para todas las bocas de Mahbub, violador.

Pero esa es harina de otro costal
harina protegida,
dogma de fe.

La sentencia pide en cambio cien azotes para Mosameet,
la puta imputada.

Escena Segunda y desenlace:

La acción transcurre en Naria, caserío al sur de Dacca,
capital de Bangladesh.
La coordenada temporal dice febrero, 2011.

Por doquier desparramados hay tallos de bambusa arundinaria
originaria de la India,
caña fuerte con vocación de altura.

Y porque en lo alto enlaza la vara la voz del viento
talla en su hueco y lija y pule oboes y caramillos el luthier.

Pero el lado oscuro del corazón también existe y talla
y en negra dimensión afina su látigo el verdugo
chasquea
el aire antes que la flexible espalda cimbre
como sepulturera cimbra la caña y escarmienta
a la rea Mosameet

devenida surco va naciendo su espalda las ochenta líneas
ochenta semillas plantadas
para un bosquecito de rojas cañas de bambú.

La niña
……….shaluk, loto, nenúfar
también ella vara elástica,
ha resistido el peso de monzones y ciclones

pero no resistirá
este rojo hondo tatuaje:
roturada
crecerá en su espalda el tiempo
proliferadas cañas de larga sombra.

A su resguardo
oirá una tarde el poeta peregrino
el lamento póstumo de la real niña bengalí;
por cada uno de los ochenta versos oídos
él escribirá una flor

ochenta versos
que el viento ha de gemir
en lo alto de las rojas varas de bambú.


© Marta Ortiz
* Hoy asistiremos a la edición local del II Festival Internacional Grito de Mujer que impulsa desde Rep. Dominicana la escritora Jael Uribe.
Publico hoy, un año después, este poema que escribí especialmente y leí en la I edición del mismo festival, en marzo de 2011, en Rosario, Santa Fe, Argentina.
Un granito de arena que no alcanza a dibujar la intensidad del grito de dolor,
mínimo homenaje a esta niña asesinad por un tribunal clandestino en su aldea natal, Naria, Bangladesh en febrero de 2011.

(poema fnalista del V Concurso Literario Internacional ÁNGEL GANIVET (Helsinki edición 2011) en la categoría Poesía -Caña de bambú-).

En este blog:

* La noticia leída en El País, Madrid, el 5 de febrero de 2011:
http://elpais.com/diario/2011/02/05/sociedad/1296860409_850215.html