OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

miércoles, 31 de octubre de 2012

ESPINA DE MAGUEY, Mariana Vacs

Fragmento de Atlas, prólogo a Espina de maguey, por Marta Ortiz

  
Los poemas, piezas breves y despojadas, bordan el tapiz absorbido de la cultura extraña. El viaje evocado contiene sueños: “mujeres que volaban sobre nubes/ clarinetes de papel”, cenotes mágicos como aguas amnióticas donde guarecerse, nubes de espuma y púas que rasgan y también calaveras en cuyos huecos “se abisma la mirada / en este desierto”, hasta encontrar restos vivos como ese sapo que, en tanto indaga el poema en la figura de Frida Khalo: “… destapa /algún silencio en la lluvia”.
Una estación primordial del itinerario es el estado de Oaxaca, región donde ancló la cultura “mixteca”, nombre que significa “lugar o país de nubes”, visible en algunos datos cargados de misterio: “nadie tiene morada en la tierra “, “los relojes detienen / su pulso en lo antiguo”.
Espina de maguey tiende una línea imaginaria entre el temprano deseo expreso de la niña: “Cuando sea grande quiero ir a Latinoamérica”, y el avión que la devuelve a su patria a la poeta: “Bajamos a las nubes, / veníamos caminando el cielo / y caímos”. El viaje ya es pasado. Quedaron los restos atesorados, el papel picado que recorta figuras o la certeza de que lo vivido no fue un sueño. Y el incesante trabajo de la memoria: de la mano de la imagen nunca convencional, de la cadencia y el ritmo que aportan sus filigranas a la poesía, regresa, una y otra vez, para contarlo. 


No hay comentarios: