Paul Klee, Ritmos rojo-verde y violeta-amarillo, 1920, Metropolitan Museum of Art, New York
Poetas de Rosario XXXII
Imágenes
impacto
Mamá me envuelve
con su mirada.
El pelo corto
realza
sus ojos verdes.
Imitando a una
chica
de una
publicidad de jabones
que pasan por
televisión,
los agranda
tanto
que deja ver
el blanco
desmesurado
de sus ojos.
La miro
por unos
segundos
hasta que no
soporto
el miedo.
Entonces
pone fin al
juego.
Pero poco
después
pido que se
repita.
Así mamá me
inicia
en la economía
amorosa
del deseo
y el temor.
Rastros
Por las fisuras
del descuido
familiar
suele colarse
el drama de los
vecinos.
Huesos de gato
en una vitrina
en un cuarto
también usado
como cancha de
vóley
donde nos
astillamos los pies.
Cuerpos en
exposición
de insectos,
mamíferos,
costumbres
documentadas
en pequeños
libros de notas
por arqueólogos
improvisados.
El Javo, el
Mono.
Los perdimos de
vista
cuando entramos
a la secundaria
los chicos
blancos del barrio.
El futuro
incubado
estaba en todos
como la
violencia.
Hoy pasé frente
a la vieja casa
de mis amigos
y no quedan
rastros
de ese
laboratorio social.
La historia
–nos decía un
profesor–
te pasa el
rastrillo,
pone
a cada uno
en su lugar.
Pasajero
Enjuto
usa jeans y una
camisa
demasiado
grandes.
Como un leproso
sin cura
viaja el
desconocido
sin acompañante.
El asco, la
repulsión
han mantenido
intacto
un perímetro de
cuarentena
que nadie osa
invadir
desde que
encontró asiento.
A mí también me
produce
bastante rechazo
su piel
manchada.
Pero me siento
de todos modos.
Si yo estuviera
como él
condenado a
existir
con ese cuerpo,
también me
cruzaría de piernas
y llevaría la
camisa arremangada.
Disipo la
incomodidad que me provoca
su piel ulcerada
como un niño
asustado
que canta en
voz alta una canción.
Los demás
pasajeros se limitan
a observar con
disimulo
la fealdad
escandalosa
de mi vecino.
Por fin decide
bajarse.
Me levanto
para darle paso.
Pienso que por
esa sola persona
deberíamos
cambiar el mundo.
Oportunidad
Si anoche
descalzo y
semidormido
aguardando
evacuar
en el inodoro
hubiera escrito
lo que pensaba
más bien
lo que veía
en claras y
sucesivas
imágenes
hubiera dado en
el clavo.
(todos los poemas aqui reproducidos son inéditos)
(*)
Diego Colomba nació en San Nicolás
(provincia de Buenos Aires) en 1972 y reside en Rosario desde 1990. Es profesor
y licenciado en Letras, y doctor en Humanidades y Artes, con mención en
Literatura. Ha colaborado con reseñas, notas y entrevistas en diversas revistas
y diarios del país. Es uno de los realizadores de Salón de lectura, sección de
escritores del banco sonoro www.sonidosderosario.com.ar
y editor de www.letracosmos.com.ar, un
espacio de prensa literaria. Seleccionó y prologó Imaginarios comunes. Obra periodística de Fernando Toloza (2009) y
publicó Letras de rock argentino. Género, estilos y
transposiciones. 1965-2008 (Editorial Académica Española, 2011) y el
poemario Baja tensión (Editorial
Municipal de Rosario, 2012, mención del concurso de poesía Felipe Aldana
2011). El peso del pasado (poemas) y
Locales y visitantes (crónica)
están inéditos, y se pueden leer en scribd.com.
Este año, la editorial de la U.N.L. publicará Libro de novedades. Poesía y
narrativa del presente, ganador del Premio de Ensayo Juan Álvarez 2012, en
el rubro obra inédita.
1 comentario:
Bien con los poemas, muy sencillos y transparentes. Me gusta la poesía, he escrito un poco y justo acabo de subir algunos poemas míos. Es algo que cuesta porque nace de cierta emotividad y atraparla nos toma esfuerzo. Besos.
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