Poetas de Rosario XXXIV
Todos los poemas aquí reproducidos, son inéditos
BORDADO
Yo también bordé
disciplinada
y con la cabeza
gacha
las manos
hacían el
intento
Combinaba
tonos pasteles
de hilo perlé
lazadas cortas
comienzo y final
de nudos
invisibles
Con la aguja
(invisible
también)
escarbé telas
crucé hebras
hasta llegar
(y para siempre)
al prolijo
e inevitable
punto
cruz .
JAZMINES
Vacilantes
trepan
los capullos
en los muros
embebidos
en el frio sudor
de la mañana.
Trepan
rehusando las biznagas
las pencas en
saña
buscando
el frondoso
amarillo
casi blanco
cielo
de Málaga.
FASE PRIMERA
La luna aflora
alumbra
nuestra lumbre
en la noche tiesa
de
verano
Recuesta
su mirada ciega
su vientre de agua
en el voile blanco
que pende de la ventana
La luna
es piel
ojos desorbitados
sudor ácido
tormento
La luna
es nosotros
FASE MEDIA
Soy luna menguante
no porque quiera
sino porque no puedo ser otra cosa
Fases tras fases
ese es el destino y no otro
escarbo tierra
siembro semillas
medicinales y aromáticas
o simplemente flores
de ornamentar
Tampoco él puede
entre tanta inmensidad
no es otra cosa
que una gramilla
perdida en la nada
FASE FINAL
A partir de hoy
Diana también
ha perdido
sin reino ni venados
¿para qué las flechas?
Ella sigue esquiva
y no deja de huir
Su reino está vacío
La fase final
se presenta sigilosa
como una boca oscura
y sin retorno.
ARÁCNIDOS
El sudor frío
profuso
la contracción de los
músculos
el hormigueo en la boca
la disnea…
parecen indicar
que el arácnido
ha atacado
y aunque las hembras
son tímidas
y sólo cuando las molestan
pican
él sabe
que sus presas preferidas
son los machos
Para esa araña
que con sólo mirarlo
tiembla
no hay antídoto alguno
BARQUITOS
Recorre la casa
envuelta en su bata
acuadrillé
Sus pantuflas
son dos
barquitos
naufragando en las baldosas
verdes del
comedor.
La calle es
otoño
y las hojas se
enrulan
en la pared
oeste
del jardín
En ese
montoncito
amarillo y
crujiente
se le estancan
los ojos
Nadie llegó esa
tarde
y ninguna otra
En su boca
hay un manojo
queriendo
erosionar sus
brotes
y no puede
(*)GRACIELA MITRE, poeta y Narradora Rosarina. Publicó cuentos para el
diario “Universo Semanal”, el “Fisgón Digital” y “Gaceta Virtual”. Publicó el
poemario Línea de Fuga (Editorial
Papeles de Boulevard, Rosario, 2010). Participó de la Antología Virtual
La Casa, organizada por el Centro
Cultural La Esperanza
de Ciudad Juárez, México, y de la
Antología Toma Roja
(Centro Cultural La Toma, año 2012). Editó, junto a otras narradoras, el libro Canon a nueve voces (Editorial Laborde,
Rosario 2012) y obtuvo el primer premio en narrativa con el cuento “En la Cocina” en el concurso de
poesía y cuento “Miguel Hernández” organizado por el Profesorado de Lengua y
Literatura del Instituto Olga Cossettini de la ciudad de Rosario.
1 comentario:
SDe lo entrañable y cotidiano surge y trasciende el mensaje poético de Graciela Mitre, con una estructura de versos cortos que, mágicamente, le dan suavidad y contundencia.
Felicitaciones.
PILAR ROMANO
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