OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

sábado, 13 de febrero de 2016

MARÍA TERESA ANDRUETTO, "Los Manchados"



Breves notas sobre Los Manchados, novela de María Teresa Andruetto

De la identidad y la historia nacional   

por Marta Ortiz
  
       Los manchados (Mondadori, Random House, 2015), última novela publicada de María Teresa Andruetto, retoma la línea de sus producciones anteriores, en las que la propuesta es una indagación que la suma de testimonios aportados permite reconstruir, develar, desmalezar una realidad que por diversas razones que hacen al telón de fondo historia nacional que va desde la caída del gobierno de Perón en 1955 hasta el fin de la dictadura militar en 1983, se ha retaceado, en este caso a Julieta, una joven argentina que vive en Alemania, nacida en 1978 en un sótano en la Patagonia, la misma Julieta que en Lengua madre (Andruetto, M. T; Mondadori, 2010; http://marta-ortiz.blogspot.com.ar/2010/03/marca-de-ausencia-el-fisgon-digital.html ) ha recibido de su madre el mandato de leer y ordenar las cartas y libros que poco antes de morir dejó para ella en una caja debajo de su cama. En Lengua madre la lectura de las cartas, el cruce de información de diversos remitentes permiten conocer una parte de la historia de su madre que vivió escondida en un sótano durante ocho años donde dio a luz a la hija que en ese presente textual, lee y desentraña, lee y desovilla. 

       En Los Manchados, la búsqueda de Julieta apunta a conocer la historia y  la identidad de su padre, Nicolás Corso, que vive en Suecia y a quien ella no conoce. Para averiguarlo, viaja a Tama, un pueblo del noroeste argentino, sitio por donde también su padre pasó durante la última dictadura militar, en el rastreo de sus raíces. Un mosaico de voces femeninas nativas, mujeres mayores (madres solteras en su mayoría, mujeres abusadas por hombres inescrupulosos dueños de la tierra y sus tesoros tanto como de las mujeres), que de un modo u otro se relacionaron con Nicolás durante su estadía en Tama, responden a las preguntas de Julieta (nunca aparece su voz, sabemos de las preguntas y de sus reacciones ante las respuestas recibidas, por las voces de sus interlocutoras). 

       Riquísimo y minucioso trabajo de Andruetto con la oralidad andina. No sólo se rescatan las voces regionales con sus inflexiones, sus muletillas y alguna canción popular; también algunos mitos vigentes en la zona como el de La Bicha y La Salamanca, por ejemplo. 

       Entre los hallazgos que le proporciona la investigación a Julieta la investigación emprendida, se cuenta un cuaderno de memorias que escribió Milagro Linares, bisnieta de Martirio Linares, matriarca de esta familia de mujeres que llegó de Esteco, del Oeste, ciudad perdida, legendaria, que fue desvastada por un terremoto. La novela está atravesada por fragmentos de intensas páginas poéticas, que asocio en su registro, a la atmósfera de Pedro Páramo. 
       
       El mosaico y contrastes derivados de los testimonios habidos, van dando cuenta de la identidad de Nicolás Corso, al tiempo que se hila la historia de sus ancestros en ese pueblo fantasmal donde proliferaron los “manchados”, inexorablemente ligada a su vez, a la construcción de la identidad nacional a partir de los fragmentos de la historia reciente que marcaron el paso de Nicolás por el pueblo de Tama, Se nombra incluso, en boca del director del Archivo Histórico (Región Noroeste), al Chacho Peñaloza como al "padre de la patria".

       “En cada historia que cuento llega un punto en el que ya no puedo ver más allá. Odio ese punto. Es por lo que llaman ciegos a los narradores.”, dice Anne Carson en el epígrafe que Andruetto hace propio en una novela que intenta explicarse y explicar, en la búsqueda, a través del testimonio oral, a través del devenir, del curso de la escritura.




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