por Clarice Lispector
"Mis intuiciones se vuelven más claras con el esfuerzo de trasladarlas a palabras." Esto escribí cierta vez. Pero está equivocado, pues, al escribir, pegoteada y pegada, va la intuición. Es peligroso porque nunca se sabe qué ocurrirá –si se es sincero. Puede venir el aviso de una destrucción, de una autodestrucción por medio de palabras. Pueden venir recuerdos que jamás se habría querido vieran la luz. El clima se puede volver apocalíptico. El corazón tiene que estar puro para que se presente la intuición. Y ¿cuándo, mi Dios, se puede decir que el corazón está puro? Porque es difícil reconocer la pureza: a veces en el amor ilícito está toda la pureza en cuerpo y alma, no bendecido por un padre, sino bendecido por el propio amor. Y todo esto puede llegar a verse –y haber visto es irrevocable. No se juega con la intuición, no se juega con la escritura: la caza puede herir mortalmente al cazador.
En: Revelación de un mundo (traducción de Amalia Sato, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2011)
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